Desmalezadores sustentables, miel granulada y tapas universales para probióticos fueron parte de los proyectos ideados por los futuros profesionales técnicos.
La capacidad de innovar con soluciones viables a problemas recurrentes, constituye una habilidad fundamental en la formación de profesionales técnicos, quienes deben ser capaces de aportar a la innovación y el emprendimiento, pilares estratégicos para el desarrollo económico regional y la inserción laboral de los jóvenes.
La creatividad y la innovación aplicada son ejes centrales impartidos por el Instituto Tecnológico de la Universidad Católica de Temuco (TEC-UCT), habilidad que sus estudiantes demostraron la 1ª Feria de Innovación del instituto. En la jornada, los futuros ténicos profesionales exhibieron propuestas desarrolladas en el aula, que destacan por su originalidad y potencial como productos comerciales.
Inés Arriagada, directora del TEC UCT, explicó que la iniciativa busca desarrollar productos viables que respondan a problemáticas reales, por lo que «cada proyecto presentado apunta a resolver alguna necesidad detectada por los propios estudiantes, ya sea en la universidad o en su vida cotidiana».
La instancia surge a raíz de la práctica profesional de los estudiantes, lo que refuerza el vínculo entre la formación técnica y las necesidades existentes en el territorio. Así lo recalcó Mario Carrasco, subdirector de Vinculación con el Medio del instituto, quien explicó que «el TEC incluye a la innovación como parte fundamental del perfil de sus egresados, mediante los que se busca generar técnicos profesionales conectados con su entorno, con soluciones desde sus áreas de formación».
Impacto y potencial
En el marco de los seis trabajos presentados en la 1º Feria de innovación del TEC UCT, los estudiantes desarrollaron prototipos que abordan desde accidentes domésticos hasta desafíos agrícolas, mediante tecnologías vanguardistas como la impresión 3D y cortadoras láser, disponibles en el laboratorio universitario.
Nicole Núñez, estudiante de segundo año de Técnico en Administración de Empresas, desarrolló «Teip Teip», una tapa adaptable elaborada con bioplásticos, con la finalidad de facilitar el consumo para infantes de bebidas lácteas con probióticos, proyecto que surgió en base a su experiencia como madre.
«tengo una hija y me di cuenta que cuando yo le ofrecía un probiótico, el producto se le derramaba o se le caía encima”, Núñez identificó que en este proceso que vivía a diario, había una problemática de seguridad y de medioambiental debido a que “las tapas que traen estos probióticos generalmente son de aluminio, las que debía cortar a la mitad». La estudiante manifestó su interés en postular al programa Capital Abeja del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) para obtener recursos y formalizar su creación mediante un emprendimiento formal.
Luis Catricura, Monserrat Rojas, Belén Barría y Bárbara Llancao, estudiantes de segundo año de Técnico Universitario en Producción Agropecuaria Sostenible, desarrollaron un «Bioestabilizador a Vapor» que elimina malezas sin usar herbicidas.
Sobre su estudio de mercado, Catricura explica que eligieron sectores estratégicos de la región, tales como Traiguén, Temuco, Carahue y Padre Las Casas, “ya que en todos se repetían las malezas resistentes y el uso masivo de herbicidas”. Por ello, el equipo trabajó en un tambor metálico adaptado para aplicar vapor al guano, eliminando semillas de malezas antes de aplicarlo al campo.