Psicólogo UST entrega recomendaciones para quienes ingresan por primera vez a la universidad

    Ya se acercan los primeros días de marzo y con ello el inicio a clases de los nuevos estudiantes de la educación superior, proceso que para algunos puede causar estrés y ansiedad.

    Es por esto, que el jefe de carrera de Psicología de la jornada vespertina de la Universidad Santo Tomás, Alejandro Orrego, presentó soluciones a estos dilemas que se presentan de manera frecuente a los jóvenes en las casas de estudios.

    Incertidumbre 

    Dentro de las inquietudes más frecuentes que presentan los alumnos está la expectativa y temor de entrar a la universidad o instituto, ya que muchos de los estudiantes son la primera generación de su familia que se enfrenta al mundo profesional.

    Al respecto, Orrego señaló que “lo primero es volver a decantar la confianza en sí mismos y atreverse, hay que asumir un rol más activo que pasivo en la sala de clases. A veces les da miedo preguntar porque piensan que su consulta es “obvia”, pero en ocasiones, otros estudiantes tienen la misma duda”.

    Otra de los estados a los que se pueden ver enfrentados los estudiantes debido al temor al fracaso, es la ansiedad. Para esto, el profesional propone que “atreverse es lo primero, esto genera ansiedad, pero sólo es inicial, una vez que das los primeros pasos empiezas a adquirir confianza”.

    Además, añadió que “hay estrategias para el manejo de la ansiedad. Una de estas es reconocer lo que uno siente y conversarlo, realizar ejercicios de respiración y hacer actividad física, que permite distender un poco la tensión”.

    Enfrentar las pruebas

    “Cuando empiezas una asignatura, ya estás atrasado! porque el semestre es demasiado corto para postergar el estudio”, ese es el lema del profesional de la UST que siempre inculca a los nuevos estudiantes. “Las materias y contenidos que se ven en clases, deben repasarlos durante la jornada, esto porque lo que se capta en la clase será retenido un tiempo breve, pero en la medida que avanza el tiempo, se olvida y es lo que se conoce como “la curva del olvido”. Otras estrategias valiosas son tomar apuntes en clases; no quedarse sólo con los ppt que a veces entregan los profesores, sino consultar al menos tres fuentes bibliográficas distintas y formar grupos de estudios con los compañeros. Estudiar implica a lo menos tres etapas o procesos cognitivos: recibir la información; procesarla y expresarla, ponerla en las propias palabras, elaborar resúmenes, mapas conceptuales, esquemas, etc.

    A lo anterior agregó que “si los estudiantes quieren que las pruebas no sean un problema, deben estudiar todos los días y no solo antes de las pruebas, así estarán mucho más preparadas y preparados para enfrentarlas con éxito. Las pruebas se orientan a evaluar cuánto han aprendido. Repasar y estudiar desde el primer día, ayudará a que el aprendizaje sea más efectivo, a tener más seguridad y a minimizar la ansiedad”.

    Además, las casas de estudios cuentan con un abanico de posibilidades para apoyar a los estudiantes en las asignaturas a través de talleres y tutorías para las distintas áreas de aprendizaje.

    Ejercicio

    Otra de las principales recomendaciones que puntualizó el experto fue que “la actividad física y motora está íntimamente relacionada con el desarrollo cognitivo. Te ayuda con la oxigenación, con los procesos fisiológicos, el control de las emociones, a liberar tensiones y eso va a ayudar a que el estudiante esté más relajado para atender otros procesos”.