Mil 500 personas disfrutaron conciertos de la Orquesta de Cámara de Chile en su visita a La Araucanía

    La OCCh, integrada por 33 músicos fue dirigida por Alejandra Urrutia, su directora titular y en esta  ocasión contó con la destacada violinista argentina Lucía Luque, como invitada para interpretar los Romances 1 y 2 para violín de Beethoven y la Fantasía sobre Carmen de Sarasate. Además, el repertorio incluye la Sinfonía n°1 de Schubert.

    La directora de la Orquesta, maestra Alejandra Urrutia, expresó que  “se trata de una de las giras que la Orquesta tiene habitualmente y que en esta oportunidad abarcó La Araucanía y Bío Bío. La orquesta está conformada por 33 integrantes y para nosotros una de las cosas esenciales en las visitas a regiones es hacer labor de formación, dirigida principalmente a jóvenes”.

    Es importante mencionar que en la capital regional se hicieron diversas clínicas y talleres de instrumentos como viola, contrabajo, flauta, oboe, clarinete, trompeta  y percusión, instancias formativas que fueron impartidas por los músicos de la Orquesta y a las que se invitó a  integrantes de orquestas juveniles de las comunas de Temuco, Victoria,  Collipulli y Panguipulli.

    Democratizar el acceso al arte

    “La Orquesta de Cámara de Chile, uno de los elencos estables del CNCAS junto con el Bafona,  y  realizó una itinerancia por cuatro comunas de La Araucanía. Es una iniciativa que tuvo por finalidad reforzar el acceso democrático a la creación artística, en este caso con una orquesta profesional de altísima calidad, y descentralizar, tanto desde  la capital del país, como desde la capital regional hacia las comunas e instaurar el acceso al arte y la creación como un derecho social”, subrayó el director de Cultura, Pedro Mariman, quien evaluó muy positivamente la gira.

    Lorena Riquelme de Curacautín, asistió al concierto acompañada de su hija menor, que fue con su pequeño violín en la espalda. Una vez finalizada la presentación manifestó que “el concierto me pareció único, es una oportunidad que se le da a gente común y corriente, que no tenemos la posibilidad de ir a un  concierto a otro lugar, así es que tenerlos aquí es muy  maravilloso, muy lindo. A mí me encanta esta música, convivo con ella todos los días, tengo una  hija que toca violín que tiene 16 años y otra de 18, que estudia contrabajo en Valdivia y la menor que parece que va por el mismo camino. Así es que es muy lindo todo esto”.

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